Orientación Sexual
Es en pocas palabras:
Referirnos a la orientación sexual, específicamente a la atracción sexual, erótica, emocional o amorosa que sientes las personas hacia otras tomando como referencia su género o también su identidad de género.
También se refiere al sentido de identidad de cada persona basada en dichas atracciones, las conductas relacionadas y la pertenencia a una comunidad que comparte esas atracciones. Se ha demostrado que la orientación sexual varía desde una atracción exclusiva hacia el otro sexo hasta una orientación exclusiva hacia el mismo sexo tipos de orientación sexual que se describen con frecuencia:
Heterosexual (hetero)
Las personas heterosexuales sienten una atracción romántica y física por los miembros del sexo opuesto: los hombres sienten atracción por las mujeres y las mujeres sienten atracción hacia los hombres. A veces, se conoce a los heterosexuales como “hetero”.
Homosexual (gay o lesbiana)
Las personas homosexuales sienten una atracción romántica y física por los miembros del mismo sexo: las mujeres sienten atracción por las mujeres y los hombres sienten atracción hacia los hombres. El término “gay” suele usarse para hacer referencia a una persona homosexual (ya sea hombre o mujer). A las mujeres gays, también se las llama lesbianas.
Bisexual
Las personas bisexuales sienten una atracción romántica y física por los miembros de ambos sexos.
Las personas que sienten atracción por diferentes posibilidades de identidad de género (hombre, mujer, transgénero, intergénero, intersexual, entre otras) pueden autodenominarse “panasexuales” o queer (“cuir”, según una adaptación al español).
Las personas que no están seguras de su orientación sexual pueden decir que están “en duda” o que son “curiosas”. Las personas que no sienten ningún tipo de atracción sexual por nadie suelen llamarse “asexuales” a sí mismas.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Cómo puedo determinar la orientación sexual de una persona?
La única manera de saberlo es si la persona te lo cuenta. Algunos piensan que pueden darse cuenta de la orientación sexual de una persona por la manera en que ésta camina, habla o se viste, o por el trabajo que tiene o los pasatiempos que realiza. Esto no es verdad. Esos son solo estereotipos que se construyen socialmente: criterios ampliamente aceptados pero muy simplificados sobre un grupo.
¿Qué sucede si no estoy seguro de mi orientación sexual?
No estás solo. Puede llevar mucho tiempo comprender nuestra orientación sexual. Con frecuencia, las personas se dan cuenta de que están “en duda” durante un largo tiempo o que no se sienten identificados con ninguna de las etiquetas que se utilizan para describir las distintas orientaciones sexuales. Cada uno de nosotros tiene que responderse a sí mismo estas preguntas, pero puede llevarnos algún tiempo antes de que podamos contestarlas.
Quédate tranquilo que muchas otras personas todavía están tratando de determinar su sexualidad y, por lo tanto, lo que sientes es más común de lo que piensas. Hablar con un amigo de confianza o un familiar puede ayudarte a determinarlo.
Y si necesitas apoyo profesional te invitamos a visitarnos a nuestro servicio de orientación gratuitos en todas nuestras clínicas.
¿Qué significa salir del armario o salir del closet?
“Salir del armario” es el proceso de aceptarse y ser abierto sobre la identidad antes oculta de uno mismo, como ser bisexual, lesbiana o gay. El primer paso es aceptarse uno mismo. Esto ocurre cuando reconocemos nuestra orientación sexual y no la negamos. Podemos decidir contarlo, a veces de inmediato y a veces más adelante. Esta decisión es diferente para cada persona.
Salir del armario no es algo que se hace una sola vez. Dado que muchos suponen que todas las personas que conocen son heterosexuales, salir del armario puede ser un proceso constante.
El proceso de confesarse desarrolla la autoestima, pero puede ser estresante. Confesarse suele ayudarnos a sentirnos más cerca de las personas que queremos, pero puede ser riesgoso.
Si estás considerando la posibilidad de confesarte, tienes mucho en qué pensar. Tener en cuenta todas las ventajas y las desventajas. Si confesar tu orientación sexual significa correr el riesgo de perder tu lugar en la familia y su apoyo emocional y financiero, por ejemplo, quizá debas esperar hasta que encuentres una forma de mantenerte por tu cuenta. También deberías pensar si al revelar tu situación no te expones a algún tipo de peligro físico.
¿Qué es la homofobia?
La homofobia es el miedo, el odio, la desconfianza o la incomodidad frente a las personas lesbianas, gais o bisexuales. La “bifobia” es el miedo, el odio, la desconfianza o la incomodidad frente a las personas que son específicamente bisexuales. De manera similar, la transfobia es el miedo, el odio, la desconfianza o la incomodidad frente a las personas transgénero, intergénero o que no siguen las normas de género tradicionales.
Aunque la transfobia, la bifobia y la homofobia son similares, no son lo mismo. Tanto las personas heterosexuales como las homosexuales pueden ser transfóbicas y bifóbicas, y alguien puede ser transfóbico sin ser homofóbico ni bifóbico.
La homofobia puede tomar diferentes formas, lo que incluye actitudes y creencias negativas, aversión o prejuicios contra las personas bisexuales, lesbianas o gais. Por lo general, se basan en un miedo irracional y en malentendidos. La homofobia de algunas personas puede tener origen en creencias religiosas conservadoras muy arraigadas. Algunas personas pueden tener creencias homofóbicas si se las inculcaron sus padres o familiares.
Los homofóbicos pueden utilizar lenguaje ofensivo o insultos para referirse a las personas lesbianas o gais. Los bifóbicos les pueden decir a las personas bisexuales que “solo buscan atención” o que, en realidad, son infieles por naturaleza. En sus formas más extremas, la homofobia y la bifobia pueden hacer que las personas tengan comportamientos intimidantes, abusivos o violentos con las personas bisexuales, lesbianas y gais.
Algunas personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero o en duda sufren discriminación por su orientación sexual o por su identidad de género. Esta discriminación puede provenir de instituciones religiosas, empresas o del gobierno. Por ejemplo, parejas del mismo sexo a las que no se les permite casarse; personas a las que despiden de un empleo por ser lesbianas, gais, bisexuales, transgénero o en duda; o personas a las que no se les permite acceder a ciertos tipos de vivienda.
La lucha contra la homofobia
Independientemente de cuál sea tu orientación sexual, existen varias cosas sencillas que puedes hacer para luchar contra la homofobia:
- Desafía los estereotipos sobre personas lesbianas, gays y bisexuales.
- Utiliza un lenguaje inclusivo (un lenguaje que admita que no todas las personas son heterosexuales). Por ejemplo, si te encuentras con una mujer que tiene una alianza, no utilices la palabra “marido” de inmediato.
- Trata a todos, independientemente de la orientación sexual, con respeto y dignidad.
- Estos son algunos consejos que pueden serte útiles para desafiar la homofobia en tu vida diaria:
- Primero, cerciórate de estar seguro. No desafíes a una persona si temes por tu seguridad.
- Recuerda que no es personal. La homofobia es un miedo que no tiene sentido. Puede percibirse como un ataque personal, pero no lo es.
- Escoge el momento oportuno. Algunas situaciones homofóbicas salen a la luz públicamente. Otras se dan entre pocos amigos. A veces, puedes decidir hablar decididamente de una vez. Otras veces, quizá digas algo más adelante. Y a veces puedes simplemente elegir no involucrarte.
- Haz preguntas y mantén la calma. Algunas veces, las personas no saben qué palabras pueden ser insensibles u ofensivas. Intenta permanecer tranquilo y explícales.
- Los amigos son importantes. No pases por esta etapa solo. Pide ayuda cuando la necesites. Desarrolla un sistema de apoyo.